Shiba Inu (SHIB) es una criptomoneda que surgió inicialmente como un meme, pero rápidamente se convirtió en una opción llamativa para los inversores.

Shiba Inu se inspiró en el popular meme de un perro Shiba Inu, una raza canina asiática. A diferencia de otras criptomonedas, Shiba Inu nació como una burla hacia Dogecoin en 2013, que también utiliza la misma raza de perro en su imagen. En agosto de 2020, una persona o grupo anónimo conocido como “Ryoshi” creó el contrato inteligente ERC-20 que dio vida a Shiba Inu.

Shiba Inu se desarrolló utilizando la tecnología de Ethereum y no tiene su propia cadena de bloques. El 50% del total de 1,000 billones de Shiba Inu creadas se depositaron en la cuenta de Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, la otra mitad se depositó en el mercado descentralizado a través de Uniswap. A pesar de su origen humorístico, Shiba Inu ha escalado rápidamente su precio en el mercado.

Shiba Inu cuenta con una comunidad activa y ha llamado la atención de figuras como Elon Musk. Sin embargo, muchos analistas y gestores de fondos tradicionales la consideran una mera especulación, debido a su alta volatilidad y la falta de un caso de uso concreto.

Shiba Inu es una criptomoneda que comenzó como una broma, pero ha ganado relevancia y se ha colocado entre las principales opciones del mercado. Su crecimiento rápido y la atención mediática han convertido a Shiba Inu en un activo notable dentro del espacio de las criptomonedas, aunque sigue siendo objeto de especulación considerable.